Seleccionar página

Te regalo tu horóscopo universal

03

MAY, 2017

La historia que voy a contarte es algo personal, casi íntimo…

Comienza en el año 2000, en aquella época yo estaba solo y decidí adoptar un cachorro. Fueron meses de intensa actividad, muchas salidas juntos y mucho disfrute de esta nueva relación.

Después de unos meses las cosas no iban como al principio, el cachorro daba muestras de un carácter que para nada había notado cuando decidí comenzar la relación.

Por mi formación algo sé de animales pero empecé a temer que esto se me fuera de las manos. Decidido a solucionar el asunto pedí consejo a un especialista en conducta. Malas noticias, más allá de lo eventual de la conducta del cachorro, para el profesional nuestra relación estaba condenada al más absoluto fracaso.

En la investigación salió a relucir que el animal había nacido en mayo y yo en junio. Resultaba que mi cachorro era Tauro y yo Géminis. Una relación imposible a ojos de la astrología. Para él la solución era buscar un dueño compatible para el cachorro y que yo me buscase un cachorro compatible si no quería estar solo.

Me quedé pasmado, no tenía ningún sentido para mí, pero el resultado de aquellas semanas de relación no era muy alentador.

En más de una ocasión pasó por mi cabeza la idea de abandonar aquella relación. Dejar al cachorro y buscar uno nuevo o permanecer solo. Recapacité, no soy de los que se rinden fácilmente y yo quería a ese cachorro, de ninguna manera estaba dispuesto a renunciar.

Comencé a aceptar lo que había y a pensar cómo desde ahí construir la relación en lugar de esperar que las cosas funcionasen como yo quería.

No te quiero aburrir con los detalles pero las cosas comenzaron a funcionar.

Cuando se lo comenté al profesional y profundizó un poco más se le hizo evidente que la explicación estaba en nuestra ascendencia astrológica… Mi cachorro y yo teníamos ascendientes compatibles… ¡Menos mal que no tiré la toalla!. ¿Puedes creerlo? Después de todo había hecho lo que tenía que hacer. Los astros estaban de mi parte.

Quizás lo que te acabo de contar te parece una historia fantástica y realmente lo es.

La pregunta es ¿por qué crees que no es real?. Quizás seas de los que cree en la astrología pero consideras que para los animales no funciona igual.

Algunas veces la soberbia nos pierde. ¿Te crees tan importante como para que los astros puedan determinar nuestra personalidad pero no que influya en la «perrunalidad» o cualquier tipo de «animalidad»?

No lo sé, yo no creo en la astrología y menos que los astros sean capaces de discernir entre diferentes formas de vida. Creo en la influencia de la posición relativa de los planetas, las mareas… en los días de bajas presiones mi estado de ánimo no es el mismo y hasta hay días que me duele la cabeza.

Influencia sí, pero nada determinante y siempre en directo, para nada que la posición de los astros cuando nací condicione mi conducta actual.

La historia que te he contado sólo es fantástica en parte, sí que comencé una relación hace 17 años, no fue una adopción sino una relación con mi actual pareja a la que curiosamente a veces llamo cachorro de manera cariñosa.

En lo referente a los signos del zodiaco es tal cual la cuento.

En estos 17 años nuestra relación ha pasado por diferentes fases, como todas supongo, pero si continúa te puedo asegurar que no es por nuestra ascendencia ni por ninguna influencia astral sino por nuestra forma de relacionarnos.

Nada que agradecer a los astros y sí mucho que apreciar en nuestro esfuerzo por seguir construyendo «pareja».

Quiero regalarte mi horóscopo universal:

– Si tus relaciones amorosas no funcionan, quizás debas dedicar más atención a construir pareja.

– Si quieres mejorar tu vida familiar, aprende a relacionarte familiarmente.

– Si tienes problemas de comunicación aprende habilidades de comunicación efectiva.

– Si tienes problemas laborales, desarrolla las habilidades y conocimiento necesario, crea los recursos para que todo funcione de la manera que pretendes.

– Si conduces eso sí, si conduces, hazlo con cuidado…

En definitiva, no esperes a que Plutón baile con Mercurio o a que Júpiter salga de cañas con Saturno para lanzarte a por tus sueños.

Qué los astros te sean propicios… ¡o no!

Inspirado en metodología DBM® creada por John McWhirter.

¿Quieres estar al día de nuestras publicaciones?

Share This