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Quiero llevarte a lo oscuro para que lo veas más claro

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FEB, 2018

Si algo nos distingue del resto de las especies de la biosfera, es lo que podríamos llamar evolución cultural. Otras formas de vida pasan por una evolución biológica lenta y vertical que fluye de generación en generación. Nuestra evolución cultural es rápida y horizontal e influye y se ve influenciada por nuestra evolución biológica. La transmisión del conocimiento se produce de manera casi inmediata y para ello disponemos de dos herramientas clave: el lenguaje y la creatividad.

La creatividad humana es impresionante, podemos responder a cosas que ni siquiera existen como si estuvieran presentes y con ayuda del lenguaje consolidar y formalizar su existencia. Algo a lo que le pones nombre cobra existencia, aunque realmente estés hablando de nada.

Hoy quiero hablarte sobre una comprensión que me fascina, algo que me ha transformado como persona y me ha permitido apreciar mi vida y la de mis seres queridos de una manera diferente.

Para que puedas verlo claro necesito antes llevarte a lo oscuro…
Me gustaría que pensases en la oscuridad, piensa en una habitación oscura o en una noche oscura. Si ahora te dijese que en lo que acabas de pensar no existe, seguramente me llamarías loco. No te precipites, te invito a que sigas mi argumentación al respecto.

Si buscas en el diccionario, el significado de oscuridad es ausencia de luz. No puede definirse por sí misma como la presencia de algo sino como la ausencia de otra cosa. Al hablar de oscuridad estamos hablando de nada. Nada de luz.

Así es la creatividad humana, podemos tomar algo que no existe, “nada”, ponerle nombre y dar la impresión de la presencia de algo.

Si empiezas a tener más claro este asunto, podemos seguir construyendo sobre la oscuridad. Una vez que creas ese sentido de existencia a partir de la ausencia de algo, puedes empezar a construir sobre ello. Así, en el pasado y con la inevitable influencia religiosa se empezó a equiparar la oscuridad con las tinieblas y la consecuente presencia del mal, el señor de las tinieblas. La oscuridad y el mal empezaban a ser equiparables.

Muchas personas tienen miedo a la oscuridad en sí misma, no a lo que te puede ocurrir por la falta de luz.

Sé que te parecerá difícil de asimilar, pero voy a intentarlo con un ejemplo más sencillo.

Piensa en el silencio, una habitación silenciosa. Llegas ahí con un amig@ y le dices: “¿lo notas?” Y te responde “¿qué?” … “el silencio”, matizas.

Silencio, nuevamente, es ausencia de ruido y a no ser que esa persona esté sensibilizada de entrada no lo notará. Para los que apreciamos la ausencia de ruido el silencio es un bien preciado, pero para algunas personas no existe porque es presencia de nada y eso, aunque es real para quien lo nota, es una realidad de naturaleza diferente a presencia de algo.

¿Y si ahora piensas en la muerte? cualquier definición de muerte pasa por la ausencia de vida, no puedes definirla como presencia de algo, igual que ocurre con la oscuridad y el silencio.

Termina la vida y a ese hito lo llamamos muerte. Es curioso cómo ponemos nombre al final de algunas cosas, pero no al de otras. Cuando se termina tu comida no le das un nombre particular…

Luego, creado el nombre, le damos un significado más sólido en términos de existencia, como en el caso de la oscuridad. Ahora puedes preguntarte, ¿qué hay más allá de la muerte? Como si morir fuera algo que te sucediese, en lugar de dejar de vivir que es una descripción certera. Puedes preguntarte dónde vamos cuando morimos…pero no te preguntas dónde va la nieve cuando se derrite. Lo ves, simplemente es agua que se transforma de estado… ¿y tú? Creo que aquello de “polvo eres y en polvo te convertirás” tiene un sentido más realista cuando lo expresas como “eres materia orgánica y eso acabarás siendo”.

Mi exploración aquí tiene que ver con cuestiones puramente biológicas, las interpretaciones más transcendentales que de esto derivan las dejo a gusto del consumidor.

Lo que te estoy proponiendo es que no te preocupes por la muerte, sólo es el nombre acordado para el fin de este maravilloso proceso que llamamos vida. Preocúpate por no vivir…

Conozco personas que son muy conscientes del dolor cuando un ser querido deja de vivir, es muy legítimo, pero nunca fueron conscientes de la apreciación, la alegría y el agradecimiento que podrían haber experimentado por el hecho de haber compartido sus vidas, lo daban por hecho, y eso es francamente triste.

Tener clara esta comprensión me ha permitido disfrutar y apreciar a mis allegados y mi propia vida como nunca antes lo había hecho y mientras viven.

Acepto claramente que algún día no estarán, pero puedo disfrutarlos y amarlos en vida como nunca antes lo hice. ¡Los homenajes en vida!

Por eso te lo cuento y por ti, porque quiero que entiendas que lo que realmente existe es la vida. Cuando naces comienza un proceso maravilloso si lo sabes apreciar. Pasarás por momentos difíciles y los superarás. También habrá momentos fascinantes y equilibrar es fundamental. Esto no tiene que ver con ninguna teoría.

Hay una realidad, que estás vivo y tristemente muchas personas han dejado de vivir mucho antes de que la “muerte” les alcance. Espero que despiertes ahora que lo tienes claro, aún no es tarde… Que la muerte no te distraiga de la vida.

Inspirado en metodología DBM® creada por John McWhirter.

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