Cuando en vez de currártelo se lo pides al universo y la atracción.

Crea tu propio valor en el mundo y no esperes a que mágicamente el universo te lo regale… en el caso de que sepas cómo pedírselo. No seas víctima del universo.

Lo confieso: hace ya años que fui víctima de las consecuencias de esta mal llamada ley que enajena como pocas. Digo lo de víctima porque pienso que si no sabes que creas tu realidad eres víctima de ella.

En más de una ocasión encontré un aparcamiento, cuando siguiendo el protocolo de esta ley, pensé decididamente en ello. No era lo único que se presentaba ante mí cuando lo necesitaba si repetía el proceso. Era una forma fácil de verificar que esta ley funcionaba.

En ocasiones haciendo lo mismo no funcionaba y eso solía resultar frustrante.

Sin embargo cada vez que volvía a dar el resultado que buscaba pensaba: “ahí está de nuevo, funciona y es tan fácil…”

Durante mis años de formación comprendí lo absurdo de este asunto porque he aprendido cómo las personas creamos significado.

Ahora aparecen voces autorizadas en el desarrollo personal diciendo que se ha demostrado que esta ley funciona. Me parece lamentable y es parte de lo que me mueve a escribir este post.

Pensémoslo un poco. En teoría todo lo que llega a tu vida es porque lo atraes mediante tu pensamiento. ¿Cómo sucede esto?. La explicación es que similar atrae a similar y lo argumentan con el ejemplo del magnetismo.

Si fuiste a la escuela, seguramente hiciste prácticas con imanes. Si recuerdas, los polos opuestos se atraen y los similares se repelen. Justo lo contrario de lo que predica la ley. ¡De repente el fundamento básico no encaja!. Pero… no voy a ser quisquilloso y voy a seguir adelante.

Piensas en un sitio para aparcar tu coche y ahí lo tienes. Que necesitas un destornillador o una calculadora, te pones a ello y ¡zas! Aparece…

¿qué pasa? ¿que antes de pensar en ello no estaban ahí? ¿que mágicamente han venido de otra parte sólo por el hecho de que lo pensaste?

Porque si estaban allí anteriormente tiene que ver con notar, con priorizar, con sensibilizarte a lo que necesitas. Eso no guarda relación con ninguna ley de atracción. Está relacionado con el funcionamiento de la mente humana y la interacción entre lo que procesas consciente e inconscientemente.

¿Qué pasa con el dinero? Si pienso en atraer riqueza, dinero hay el que hay, no surge de la nada. ¿A quién se lo hago perder? ¿lo estoy robando?

¿Qué pasa con el éxito? ¿si pienso en tener éxito en la vida lo atraeré?

Incluso cuando las cosas no estaban saliendo como pensaban. Saben que el mundo cambia y que a veces aunque lo intentes con todo tu ser, las cosas no salen como pensabas y lo que hay que hacer es seguir esforzándose y aprender cómo puedes hacerlo mejor.

Esto entraña más dificultad que simplemente notar un aparcamiento pero tampoco es atraer nada, es esforzarse por conseguir lo que quieres en la vida y eso no encierra ningún secreto.

Pero, sí hay un secreto en todo el proceso. Es lo que a algunos les hace ganar cantidades enormes de dinero. El secreto es que las personas necesitamos hacer lo que sea para cubrir nuestras necesidades. No importa que el conocimiento en el que se basa nuestro desempeño sea erróneo. No hay nada peor que tenerte que quedar de brazos cruzados con la sensación de no poder hacer nada. Es preferible poder hacer algo aunque tenga poco sentido y algunas veces no funcione.

El secreto es que necesitamos desesperadamente una explicación de lo que pasa en el mundo y por ello preferimos una explicación equivocada que la ausencia de explicación. Por eso a veces mantenemos algunas de nuestras viejas teorías porque aunque equivocadas nos son útiles a ese nivel.

Por esa misma razón muchas de las personas que lean esto, seguirán pensando que la ley de la atracción funciona. Los niños también prefieren seguir pensando que los reyes magos existen.

Inspirado en metodología DBM® creada por John McWhirter.