Porque no es no y la ausencia de sí, también es no.
22
NOV, 2017
En busca de la comunicación efectiva.
La comunicación humana va mucho más allá de la simplificación que habitualmente se nos presenta.
Un emisor, un receptor y un mensaje, además de los correspondientes procesos de codificación y descodificación del mismo, no son suficientes para explicar toda la información presente en la comunicación.
En D.B.M. ® disponemos de distinciones claras y precisas para una comunicación completa y efectiva, que sería tremendamente útil en cualquier área donde las relaciones humanas estén presentes.
Si dispones de las distinciones es más probable que notes la riqueza de información disponible en el proceso de comunicación:
– En primer lugar está lo que se emite, el conjunto de conductas y actividades no verbales. El mal llamado “lenguaje no verbal”. Tensión corporal, tono de voz, movimientos involuntarios…no son un lenguaje como tal. Es información que emana y está disponible, pero todavía no hay comunicación intencionada.
Suele ser fuente de malos entendidos.
A veces se trata de imponer un significado general sobre determinados gestos y no siempre es real.
Por ejemplo, si en una negociación tu interlocutor cruza los brazos, suele imponerse el significado de estar cerrado al proceso, pero puede ser una cuestión de comodidad…
– Hay información que se da intencionadamente al mundo en general, se difunde, pero no va dirigida a nadie en particular. Es lo que transmitimos a través de nuestro estilo, forma de vestir, maneras de arreglarnos…La televisión o la radio difunden la información de esta manera.
– La comunicación propiamente dicha es cuando intencionadamente das la información a una persona o personas específicas con una expectativa de respuesta.
Voy a detenerme un poco aquí para profundizar más en estas dos últimas distinciones porque la falta de diferenciación entre ambas a veces es origen de conflictos y malentendidos en nuestra sociedad.
Hay un asunto de tremenda importancia que muchas personas no acaban de entender. Cuando el NO es NO y la ausencia de SÍ, es NO también.
No debemos confundir lo que alguien transmite con lo que comunica. La clave está en que cuando te comunicas con alguien, específica e intencionadamente te diriges a ese alguien.
Una persona que conduce su flamante coche por un barrio marginal transmite su estatus social, pero de ninguna manera está pidiendo a gritos que le atraquen, no es lo que está comunicando.
De igual forma, una persona no pide sexo a gritos porque vista o actúe de determinada manera, no comunica eso, independientemente de lo que transmita. Aunque le apeteciera mantener relaciones sexuales, eso no quiere decir que quiera mantenerlas contigo, a no ser que explícitamente te lo esté comunicando a ti. SI TE HA DICHO NO, ES NO Y SI NO TE HA DICHO SÍ, TAMBIÉN ES NO.
Si en el proceso de comunicación impones un significado equivocado, es tu responsabilidad.
– Otro punto a tener en cuenta es la relación. Cuando las personas se comunican puedes notar cómo se están relacionando. Los lazos establecidos, la comprensión, complicidad, el amor… o la tensión, son cosas que se pueden percibir.
Además, la relación puede crear un marco de significado para el resto del proceso. Por eso los mismos gestos o las mismas palabras cobran un significado diferente si proceden de tu pareja, de una amistad o de tu jefe.
Muchas personas animadas por la idea de una vida fácil, piensan en “superpoderes” inexistentes como la telepatía…
¡Sería genial poder saber lo que otras personas piensan!… Saber comunicarte de manera efectiva es una forma mucho más realista de poder hacerlo, pero exige esfuerzo.
Inspirado en metodología DBM® creada por John McWhirter.